domingo, 2 de septiembre de 2012

¡Donde están los ladrones!

A principio de este año fuí victima de la delincuencia que día a día, cual verdolaga, se expande por la ciudad. Lo doloroso del asunto fue que me robaron dos objetos de gran valor, al menos para mi: Una libreta para bocetar que me regaló mi esposa (y en la que ya había plasmado varios trazos que a futuro prometían tener sus versiones a todo color) y un disco duro en donde venía el 90% de mis ilustraciones originales. Entiéndase por originales todas esas carpetas que por lo menos contenían el boceto a lápiz de la ilustración, un PSD o AI totalmente editable y por lo general un JPG en alta que era la versión que terminaba en manos del cliente. Hace unos momentos comenzaba a trabajar en una ilustración para Richmond Publishing, en la cual me pidieron que tomara como referencia el estilo de una imagen de muestra que les había enviado hace unos meses. Esto me hizo recordar el pensamiento que tuve el día que mi esposa me preguntó que tanto tenía en ese disco duro: ¨No se exactamente lo que se fue, pero poco a poco lo ire recordando". Hoy añado dos ilustraciones más a la lista de desaparecidas.